Cuando realmente empezamos a creer que todo discípulo es un hacedor de discípulos, que la Gran Comisión no es para algunos de nosotros, sino para todos nosotros, que no hay espectadores en la iglesia, y que todos estamos invitados a participar en un magnífico misión global, entonces podemos llegar a ser, al igual que los moravos, uno de los movimientos misioneros cristianos más notables de la iglesia en la historia. (David Platt)
When we actually start believing that every disciple is a disciple maker, that the Great Commission is not for some of us but for all of us, that there are no spectators in the church, and that we’re all invited to be involved in a grand, global mission, then we can become, like the Moravians, one of the most remarkable Christian missionary church movements in history. (David Platt)
